Ha caído en mis manos un auténtico diamante en bruto de la fotografía, una Zorki 4. Te preguntarás cómo ha podido pasar esto, una cámara rusa fabricada entre 1956 y 1973 en las afueras de Moscú. Es muy fácil, ha sido gracias a La cámara con alas.
¿Todavía no conoces La cámara con alas? El tema de hoy no es este proyecto de cámaras voladoras, pero le dedicaremos una entrada. Mientras tanto, echa un vistazo a su web, te sorprenderá.
Bueno, pues, como iba diciendo, gracias a La cámara con alas y a Juan Nieto, de Fotocarrete, que ha puesto a disposición del proyecto esta Zorki 4, una telemétrica de 35 mm, ha llegado a mis manos. Las Zorki nacieron como copias de las Leica II y III.
Mi primera impresión al coger la cámara es lo pesada (en torno a los 500g) y robusta que es. Viene con un objetivo Jupiter 8 f2 50mm, una lente también rusa, copia del Sonnar 50mm f2 fabricado para las cámaras Contax y, según comentan en Sales de Plata, muy bueno, muy nítido y muy barato.
La información sobre esta cámara puedes verla en Del infinito al plano focal, donde hay una entrada muy completa dedicada a esta cámara. Yo te invito a seguir leyendo ésta, donde te contaré mi primer contacto con la Zorki 4.
Además de pesada y robusta, he de decir que noto el mecanismo de carga del obturador y el de ajuste de la velocidad de obturación un poco recio. Lo primero que he hecho, además de abrir el navegador y buscar vídeos sobre cómo funciona la cámara, ha sido abrirla por la parte inferior y probar a cargar al obturador antes de ponerle la película, como puedes ver en este vídeo.
¿Ves cómo pasa la cortina del obturador de izquierda a derecha? Pues para que eso funcione correctamente, tienes que comprobar que la rosca que rodea al disparador está colocada de forma correcta. A mi esto me ha costado bastante y todavía no entiendo cómo lo he hecho porque parece como si estuviese atascada o algo así.
Una vez comprobado el obturador hay que cargar la película, como puedes ver en este otro vídeo. No es complicado, pero tienes que enganchar el negativo en ese cilindro plástico extraíble.
Antes de empezar a disparar, hay que realizar el ajuste de dioptrías del visor, que a mi, como buena miope, me parece no necesario sino obligatorio, en una cámara y la Zorki 4 me ha sorprendido gratamente. Es una palanquita que hay en la rueda de rebobinado. El visor, muy cómodo a la hora de realizar el enfoque, a pesar del error de paralaje que hay que tener en cuenta para encuadrar.
Como no tiene exposímetro, hay que utilizar un fotómetro o una App para realizar la medición, si no te atreves con el método Sunny 16 (ya hablaremos algún día de este método). Yo te recomiendo Pocket Light Meter, que es gratuito y no va nada mal.
Así que en este orden, cargamos el obturador, calculamos la exposición y ajustamos la velocidad. En ese orden, insisto. No debemos ajustar la velocidad antes de cargar el obturador, ya que podríamos estropear el mecanismo si lo hacemos antes. Además si lo seleccionamos primero, el dial de tiempos de exposición se mueve y no serviría de nada. Aunque haciendo pruebas con la cámara sin cargar este dial de tiempos no me parecía nada preciso, una vez cargada la película, se me ha hecho mucho más cómodo. Lo que se me hace un poco más engorroso es el ajuste del difragma, en la parte delantera del objetivo, que tengo que hacer con las 2 manos porque está bastante recio.
Una grata experiencia y un gusto haber tenido entre mis manos este tesoro de la antigua URSS.